Lo importante es que el protagonista del día este cómodo.

Ese día, es habitual que el niño esté más nervioso de lo normal,  no todos los días somos modelos. Relájale diciéndole que es un juego, que yo soy más niña que ellos y que se lo van a pasar genial

Si la sesión es por la tarde, es recomendable que haya tomado ya la merienda para que no le entre hambre durante el reportaje de comunión y se ponga más alterable. Pero si no quiere merendar, no le fuerces, porque es fácil que los mismos nervios por la sesión fotográfica, no le permitan comer.

Ellos son los protagonistas, también pueden decidir alguna fotografía que deseen hacerse, o traer su juguete preferido o alguno de sus hobbies. ¿Toca un instrumento, baila o pinta? Que no se corte, que traiga lo que quiera.

No le digamos que cara debe poner o como debe sonreír. Eso les pone siempre más tensos. Cada peque es imprevisible, los hay más tranquilos y los hay más nerviosos, por eso es importante darles el tiempo que necesiten para relajarse, conectar con ellos y poder disfrutar todos de este rato en familia. No hay prisa y nos tomaremos el tiempo que necesitemos. Sólo se realiza una sesión en cada turno, de mañana o tarde. Aquí solo corremos para jugar al pilla-pilla.

Haremos fotos con los hermanos y los papis, esto es un acontecimiento familiar. Venir preparados como él, que estas fotos las guardareis toda la vida.